El pasado sábado se conmemoró un año de la desaparición y muerte de Joaquín Sperani Flores en la ciudad de Laboulaye, el cual fue brutalmente asesinado por su mejor amigo y compañero de colegio secundario, quien lo condujo a un domicilio cercano al establecimiento educativo donde cursaban, para quitarle la vida con muchísima violencia.
El crimen conmocionó al país y puso a la cabecera del Departamento Presidente Roque Sáenz Peña, nuevamente, en el mapa de los delitos más graves registrados.
El adolescente ultimado tenía tan sólo 14 años de edad y su ejecutor consiguió burlar la investigación hasta el 2 de julio del 2023, fecha en la que se produjo el hallazgo del cuerpo.
Casi en simultáneo “L. M. Z.”, reconoció la autoría del delito, añadiendo otro elemento siniestro al homicidio.
El acusado resultó declarado inimputable, siendo posteriormente restituido a su familia y radicándose en otra localidad.
Con el fin de recordar a Joaquín, mantener viva su memoria y reclamar justicia en tan luctuoso aniversario, la Parroquia Jesús Redentor realizó una misa, orando por su descanso eterno.
En esa ceremonia religiosa estuvieron presentes los padres de Joaquín, Martín Sperani y Mariela Yesica Flores, acompañados de otros familiares y fieles en general.
Fotos: Leandro Andrés Bustos.