Lo veíamos generalmente en el centro de la ciudad de Laboulaye, habitualmente pidiendo dinero para comprar yerba.
Muchas veces tenía el mate y el termo en la mano, aunque en algunas ocasiones lo he visto tomar una cerveza después de haberle dado plata para la primera de estas bebidas…
Solía ofrecer cuidar los autos de transeúntes con el fin de obtener una retribución en efectivo.
Nunca supe de que haya atacado o dañado a alguien; a mí siempre se dirigió con familiaridad y cortesía.
Sorprendía a los que no frecuentaban la zona céntrica o a visitantes de otras localidades.
A varias personas, su irrupción les producía miedo.
La mayoría lo veía como un personaje pintoresco e inofensivo.
Paulo Ceferino Nicolás Gómez, el hombre que te pedía plata para la yerba, falleció en las últimas horas.
Tenía 45 años de edad y fue recordado por muchos vecinos de Laboulaye tras conocerse públicamente su muerte.
Fotos: Ale Molina, uno de sus grandes amigos.