De descendencia española y nacido en Laboulaye,
Manuel Do Campo es
dueño de una de las radios más escuchadas la ciudad, "La Cien", que se ubica en el 100.1 del dial en frecuencia modulada y transmite desde el primer piso de la galería San Martín.
Demás está explicar porque le dicen "
Manolo", apodo con el que es conocido por propios y ajenos al medio. En una entrevista con
Nexos, el director de La Cien cuenta de su profesión, la que eligió luego de pasar por una
variadísima cantidad de trabajos.
“Mis bisabuelos vinieron de La Coruña, España”, comienza el relato Manolo, que mantiene toda la documentación de sus bisabuelos y
posee la doble nacionalidad. “La primer parada que tuvo la familia Do Campo fue en Chacabuco y de ahí se vinieron al sur de Córdoba”.
Manuel Do Campo ha hecho “
de todo”. Estuvo en el ejército, trabajó en una empresa que importaba computadoras y videojuegos, de albañil, colocando durlock, haciendo yeso, de soldador, en refrigeración, vendió papas y manzanas con el recordado
Jorge Galera Setién; laburó con
Carlos Alisio en
LV20 y su primer programa se llamó “el deportes es un juego”. De todas esos eligió a la radio como medio de vida.
Estudió el nivel secundario en Buenos Aires y luego regresó a Laboulaye. En ese momento con su amigo
Jorge Fernando López, comenzó de lleno en LV20. Ya para 2007 tuvo su propia señal, la 100.1 FM.
Al director de La Cien le gusta el contacto con su público, el ida y vuelta entre el problema y la gente. “
Sos el nexo entre el problema y la gente”, explicó y dijo que trabaja “
siempre tratando de ser lo más solidario posible con la audiencia”.
Y si bien en los medios es muy difícil ser neutral, Manolo dijo que “a la gente no hay que cambiarle la cabeza, a la gente hay que escucharla”.
El conductor de “
Mañanas compartidas” sabe que tiene mucha gente del otro lado del transmisor, lo constata con los mensajes y llamados recibidos cada mañana. “
Lo más importante no es llegar sino permanecer”, afirmó, y luego fue más lejos: “
Vos podes tener el mejor equipo, los mejores micrófonos, la última generación en computadoras, pero lo que más vale de cualquier medio de comunicación es la audiencia”.
“
El medio de comunicación sirve y vale si realmente la gente le agrada y lo escucha. Por más que vos tengas lo mejor del mundo, si no te escuchan, no sirve”, remarcó.
El fundador de La Cien dijo que siente
pasión por lo que hace. “Vos te sentás a las siete de la mañana y te levantás a las doce sin darte cuenta que pasó todo ese tiempo y que interactuaste con un montón de gente, para un montón de cosas”, expresó Manolo, en un claro ejemplo de que no le pesa su trabajo, sino que lo disfruta cada día.
“Salimos de la pandemia pero quedamos con una situación económica con un país que realmente está muy mal, entonces
hoy es más fácil hacer enojar a la gente que hacerla poner contenta”, aseguró Manolo, quien estuvo casado durante 17 años, y es padre de
Ramiro, Agustín, Joaquín y Paula, frutos de primeras nupcias
; y de
Juan Manuel, quien llegó tras un nuevo matrimonio.
“Hoy es muy difícil mantener un estado de ánimo de la gente, porque la gente está mal. Pero bueno,
uno trata de hacer lo mejor posible para que en los horarios que uno tiene, la gente la pase tan bien como la pasamos nosotros”.
“
La gente por sobre todas las cosas, quiere pasarla bien, más allá de que no podemos alejarnos de la información”, dijo el conductor sobre lo que busca su audiencia y lo que pasa en el contexto post pandémico en Laboulaye y el país.
Manuel Do Campo, desde muy temprano cada mañana se informa con todos los periódicos nacionales y sitios web, para tener la información que necesita en el día. “Mañanas compartidas” es un programa ómnibus, donde hay gran variedad de información, desde deportes hasta política.
Por ello, Manolo sostiene que tiene que hacer un programa pensado para que te escuche el “abogado, la gente que está en la verdulería, la que está en la tienda y aquellas personas que van circulando por Laboulaye”. “
Necesitás información que le guste a la gente y que esté esperando”.
A su vez, Manolo describe que cada sector de la ciudad “tiene sus problemáticas” y “
uno tiene que ser el nexo entre la autoridad y la situación de cada sector”. En este punto el director de La Cien manifestó que
por ahí es fácil solucionar un problema, pero otras veces “no depende de uno, sino que depende siempre de un tercero”. En esta sintonía, Manolo sostiene que es “
muy difícil hablar de política” porque hay gente que “participa activamente de la política” y hay “gente que no le interesa la política“. “Entonces vos tenés que hacer algo
que roce todo eso y que no le caiga mal a nadie”.
Do Campo observa que cuando da una noticia “
hay gente que está a favor y gente que está en contra, siempre, y tenés una gran brecha en el medio que es la gente que no participa y que no tiene una camiseta puesta”. Por ello sucede que cuando brinda una noticia política “
los peronistas te dicen que sos radical y los radicales te dicen que sos peronista”, aclaró el conductor.
“
Yo cuando hablo de algo trato de que sea para todos, no para uno solo. Teóricamente los partidos políticos tendrían que hacer lo mismo. Vos cuando sos parte de un gobierno, gobernás para todos, no sólo para un sector, pero es muy difícil, no es fácil”, lanzó Do Campo.
Es decir,
Manolo sabe que no existe la objetividad en las ciencias humanas, pero aun así la busca como una quimera, para dar un mensaje general que abarque a toda la audiencia, no solo a una franja. ¿Será ese el secreto de sus 16 años de vigencia?