Historia de Vida: Néstor y Estela unidos por el amor, la familia, los amigos y el baile

Es muy normal hoy cuando se habla de la noche, de las salidas y la música, relacionarlo con los jóvenes. En esta nota de Nexos vamos a ver la otra cara de la moneda, una pareja (Néstor y Estela) que son adultos mayores y les encanta divertirse en los bailes, no solo en Laboulaye y el Centro de Jubilados Solidaridad y Amistad, sino en otras ciudades donde hacen excursiones.

Néstor Atilio Fenoglio y María Estela Cervetto llevan 54 años de casados, se conocieron en General Levalle y salen a cada baile los fines de semana, especialmente cuando los organiza el Centro de Jubilados.

Ellos, Estela de 76 años de edad, hija de María Cecilia de Cervetto y Luis Cervetto, y Néstor de 79 años, hijo de Miguel Fenoglio y Úrsula María Ferrando, se conocieron en la “pista” del Deportivo Club Independencia de General Levalle y hoy comparten la vida con sus dos hijos, Marisa y Marcelo, y están rodeados de siete nietos y siete bisnietos.

La pareja, antes de conocerse era habitués de los bailes de Independencia y Estudiantes de su natal General Levalle, y fueron compañeros de baile bastante tiempo. Luego de conocerse, frecuentaban en una plaza, en un baile, en la estación del ferrocarril, “hasta que tuvimos que hablar con mis padres, como se hacía antes”, relató Estela.

Por fortuna, los padres de Estela aceptaron a Néstor como el novio y pusieron los días y horarios de encuentro, como se estilaba en aquellos años.

Néstor vivía en un campo de su propiedad y se dedicaba a la agricultura y la ganadería. “Yo vivía en el campo, así que teníamos jueves y domingo para vernos”, cuenta el hombre de sus años mozos.

Luego de tres años de noviazgo, se independizaron y se fueron a vivir a otro campo donde Néstor era empleado. Estela recuerda que “era feliz porque me encantaba el campo”, y luego agrega sobre las labores: “Mi marido y yo ordeñábamos las vacas y yo hacía quesos y los vendía a una despensa”. Eso fue en Justo Daract, donde Néstor era encargado.

A lo largo de sus primeros años de matrimonio, nunca dejaron de ir a los bailes y cuentan risueñamente que cuando los chicos eran chicos solían dormirse debajo de la mesa del salón. “Ya íbamos con una frazada o dos”, relata Néstor.

La vida en el campo duró hasta el año 1984. Habiéndose inundado el campo propiedad de Néstor, decidieron mudarse a Laboulaye, donde compraron una casa. Allí Néstor puso una sodería y Estela una despensa. Néstor también trabajó siete años con Luis López en albañilería.

Ya en la actualidad, Néstor y Estela salen a muchos bailes los fines de semana. “Tenemos muchas amistades”, contó Néstor, y ella dijo: “Cuando uno sale, sale a divertirse, a hablar con uno y hablar con otro”. Él confesó que descansa bien todo el día para “después ir al baile”.

A lo largo de sus años de jubilados, participaron mucho en las excursiones en las Sierras de Córdoba, Termas de Río Hondo o Bariloche.

La pareja recuerda especialmente un viaje a Termas de Río Hondo. En Termas el baile comienza a las diez de la noche con un DJ y luego continúa con orquestas que dan un show de cuarenta minutos. En esa ocasión la pareja bailó tres horas seguidas, “sin irnos a sentar”, relató Néstor, demostrando su emoción por el baile.

Una anécdota de los bailes en las excursiones, fue en un pueblito de Córdoba, cerca de Carlos Paz, donde en el baile hicieron cambios de parejas. “Bailamos mucho cambiando de pareja y mi señora había hecho un cambio, pero resulta que después no lo hacía más, hasta el que el hombre se dio cuenta y dijo, ´nos vamos a sentar porque tu marido nos está mirando´”.

La pareja septuagenaria, que sale todos los años de excursión, no se pierden ningún baile en el Salón del Centro de Jubilados Solidaridad y Amistad. “Acá tenemos muy buena relación con la Comisión”, dijo Néstor y ella confesó: “Es la segunda casa”. “Es muy familiar, si se mira bien, somos todos parientes”, explicó Néstor, quien entiende que es muy buena la atención de la Comisión.

Finalmente Estela se vio favorecida por la entrevista y aprovechó para enviar “un saludo a todos los amigos”, y Néstor “a todos los amigos y compañeros de baile”.

Cristiana Carranza, Presidenta de la Comisión del Centro de Jubilados, comentó para Nexos que “desde que nosotros comenzamos con los Vermut Danzantes ellos están presentes siempre. La verdad es que verlos a ellos te contagian la alegría y a la edad que tienen es para copiarlos”, dijo orgullosa.

Cristina agregó además que “bailan desde que comienzan los acordes de la banda” y que es “una pareja que siempre está acompañandonós, son socios muy colaboradores. Ojalá todos los que somos adultos mayores copiáramos lo que ellos son”.