Agresores sometieron a una cachorrita a crueles torturas,
la bañaron con pintura de aceite de color azul, la obligaron a tragar solventes y la hirieron con un picahielo en Michoacán, México.
Un hombre
publicó el castigo en las redes sociales y más de 40.000 personas estallaron de bronca y reclaman que se haga justicia por la pequeña perrita que no pudo salvarse a pesar de los esfuerzos de los veterinarios.
"La perrita Azul" fue encontrada en un depósito y en la página Change.org se inició una petición ya firmada por más de 40.000 personas: "No conformes con bañarla en pintura, se la hicieron tragar. Además, tragó solventes, fue apuñalada con un picahielos y la dejaron tirada en un aljibe. Es por eso que pedimos que los culpables de estos actos sean castigados".
Un usuario de
Facebook compartió fotos de la cachorra pintada de azul burlándose de lo bien que le había quedado pero ante los ataques, la eliminó de su perfil.