Para los familiares, amigos y todos aquellos que oran día a día por su bienestar, la recuperación de Juliana Fandi es un milagro de Dios.
A poco menos de un mes de resultar gravemente herida en un accidente de tránsito en Laboulaye,
la joven de 22 años continúa mejorando hoy en una sala común en la Clínica de Especialidades Villa María (Corrientes 744), según contó a Nexos su papá, Hugo Fandi.
"Está muy activa y con la ansiedad propia de su estado. Desde el jueves se encuentra en una sala común y es increíble cómo ha respondido: no tiene sondas, come por sí misma, reconoce a quienes van a verla y recuerda cosas de su vida", expresó.
En otras palabras, se trata de respuestas positivas a estímulos de todo tipo.
La semana siguiente comenzaría su etapa de rehabilitación en otro centro médico.
"Hasta ahora vamos muy bien; el martes o miércoles que viene empezaría con la rehabilitación.
Que actualmente esté así nos parece un milagro de Dios", manifestó.
Juli recibió la visita de amigos y parientes y se halla acompañada por su padre, su mamá Alejandra y su hermano Alejandro.