Mucho más que un mecánico: murió don Luis Muguerza

Luis Muguerza fue el hombre que más cerca estuvo de Ricardo Leopoldo Risatti, y si tuviera que reconocer a un alumno, sin dudas hubiese dicho el “primer disparador” que ese alumno era “Luisito”, el que antes de los diez años completaba un acelerado curso para aprender las medidas de tornillos y sus llaves.

Ricardo le enseñaba todos los secretos de la mecánica automotor y Don Luis fue fiel a esos conocimientos, aplicándolos hasta muy poco tiempo atrás, hoy no creo que alguien de la ciudad que tenga algún conocimiento en motores de autos no valore a Don Luis Muguerza como el que más entendió de carburación; además, portaba una honradez acrisolada y predicaba la ética.

Fue siempre un autodidacta intocable para sus contemporáneos porque era un mecánico que en cada carburador, en cada motor, iba encontrando revelaciones de su inteligencia.

En la casa de Don Luis pasé muchas horas para mí felices, llenas de recuerdos de automovilismo; en ese living que preside el altar del menor de los Muguerza, Francisco, quien murió siendo el Obispo de Oran en Salta, cuando era muy joven aún. En ese espacio revivía cada carrera con detalles y estoy seguro que no alcancé a preguntarle todo lo que me pudo haber contado.

Estuvo junto a Ricardo Risatti ayudando en la preparación en todas las épocas y a los 17 años pasó a ser el encargado de la carburación en sus autos de carrera. Recorrió las vivencias de todas las competencias, así no viajara para alguna de ellas, porque alguien debía quedarse en Laboulaye o en Vicuña Makenna. Lo admiraba, fue su “compinche”, se reía de las “travesuras” realizadas y que eran proezas en el automovilismo deportivo.

Como el mismo decía: fue mecánico de siempre, desde muy chico, admiraba los fierros y guardaba en su mente los adelantos que traía cada uno de ellos. Me hablaba del Buik 1928 o el Fiat 1925 como si los tuviera allí adelante.
Don Felipe Muguerza llegó a Villa Pueyrredón antes de que se fundara Vicuña Makenna y entre esos dos poblados hoy unificados en Vicuña Makenna nacieron los 7 hijos de la familia que formara con Francisca Cabadas. Luis -se llamaba en realidad Domingo, así lo anotó el Juez- a los 18 años se enteró que no se llamaba Luis, nombre que su padre había puesto tal vez recordando al gran boxeador Luis Ángel Firpo, por entonces el más famoso de los argentinos.

Pienso que estamos preparados para recibir buenas noticias… Una mala nos choca. Me consuela la satisfacción de haber compartido muchas horas con una persona de 93 años que vivió todos y cada uno de los días de su vida.

[Autor Carlos Alberto Giordanino]