En el día de ayer el Tribunal de Conducta Policial sección Faltas Gravísimas resolvió por unanimidad absolver al cabo Maximiliano Celi por la muerte de Álvaro Zarandón ocurrida el 8 de febrero de 2013. La investigación policial interna decidió que su conducta no amerita separarlo de la fuerza.
“Esto trae dos consecuencias directas. La primera es que Celi recuperará sus sueldos que no pudo percibir por estar preso y la segunda, dejará de estar en situación pasiva: podrá recibir ascensos propios de la carrera policial”, informó a Nexos el abogado defensor del efectivo, Marcelo Torres.
Hasta hace unas horas la situación de Celi era distinta: “Estaba trabajando bajo dos modalidades, podían echarlo y no tenía posibilidades de ascenso. Ahora podrá aumentar su jerarquía policial”, agregó el letrado.
Esta absolución ratifica la declarada por el Jurado Popular y la Cámara del Crimen de Laboulaye el 12 de septiembre de 2014. “Esta ratificación será considerada a la hora de que el Tribunal Superior de Justicia se expida sobre el recurso de casación, ya que habiendo sido estudiada la causa por otro organismo independiente, en este caso la policía, la propia fuerza no encuentra elementos como para condenar a Celi”, concluyó Torres.